Pantalones con goma: ni glamour ni piedad

Ropa: misión imposible a los 60 Para una mujer, ir a comprarse ropa puede ser desesperante, pero al pasar los 60… ¡toda una pesadilla! Pero necesitas unos pantalones , así que te mentalizas y te vas al centro comercial. Por supuesto, empiezas en Zara, esa tienda en la que siempre encontrabas lo que te gustaba. Empiezas el recorrido pensando que seguro encuentras algo, pero: el que te gusta no hay en tu talla. Bajas el listón y coges unos pantalones tobilleros y otros con goma en la cintura, que al menos parecen cómodos y fresquitos. Te armas de valor (otra vez), ves la larguísima cola para pagar —esa que parece la de un concierto, no la de una tienda de ropa—, y entras al probador. Te desvistes… y ahí está: un espejo de frente y otros dos a los lados, para que no se te escape ni un pliegue ni detalle. Tú, valiente, pones toda tu atención en ese pantalón tobillero y te lo pruebas. Te miras al espejo… y pareces un Hobbit. Lo intentas con el fresquito y cómo...