Trucos de belleza: La arcilla
Mi historia con la arcilla: Llevo muchos años usando arcilla y, sinceramente, ¡en mi casa nunca falta! La he utilizado en tantas ocasiones que ya forma parte de mi botiquín natural. La uso con distintos fines: – Cuando me duele la espalda o alguna articulación, me hago una cataplasma. – Si tengo un granito rebelde o noto la piel apagada, ahí va mi mascarilla. – Cuando me siento cargada o estresada, me preparo un baño de pies con arcilla… y es una maravilla. La utilizo tanto que siempre tengo un recipiente de vidrio con arcilla ya hidratada, lista para usar. Solo le agrego agua purificada y la dejo reposar. Me gusta tenerla así porque está “viva”, preparada para aplicarla cuando la necesito, sin tener que mezclarla cada vez. Con los años he aprendido a confiar en lo simple, en lo natural, en lo que no lleva etiquetas raras ni ingredientes que no puedo pronunciar. Y la arcilla, creedme, es uno de esos pequeños milagros que no fallan. Arcilla en las cicatrices. L...